La leptospirosis es una enfermedad infecciosa de origen bacteriano y que puede ser transmitida por animales.
La bacteria leptospira circula en el ambiente naturalmente a través de animales de diferentes especies y se mantiene particularmente allí por los roedores, inclusive la rata y el ratón de la casa. Es así que, la bacteria ingresa al organismo a través de las mucosas, principalmente conjuntival o bucal; es una enfermedad vinculada a la gente que realiza campamentos, a las inundaciones o a los pescadores.
Cómo se contagia
Para padecer leptospirosis, en primer lugar se debe tener contacto con la orina de los roedores portadores. Para prosperar, la bacteria necesita que el ratón orine y ese fluido se encuentre en un lugar húmedo con cierta acidez y una temperatura adecuada. Esto se debe a que es una bacteria muy sensible a cualquier agente y necesita ciertos factores ambientales para que se pueda dar la transmisión desde la orina de la rata hacia la persona o hacia algún animal.
Por ello, para evitar la patología es vital en primer lugar, controlar la presencia de roedores en el hogar y sus alrededores. También, evitar los encharcamientos en los patios y no nadar en lugares de agua sucia o estancada como arroyos. Sería de gran ayuda, evitar la convivencia de diferentes especies de animales, como por ejemplo perros, gatos, chanchos o vacas, ya que allí también suele haber ratas y se pueden contagiar los animales, y posteriormente sus dueños.
Síntomas de la leptospirosis
Se trata de una enfermedad con espectro de síndrome febril inespecífico, es decir una fiebre sin foco. Al principio, el paciente cursa algo similar a un cuadro gripal fuerte y tiene fiebre por arriba de los 38 grados. Además, puede padecer un decaimiento general.
Ante cualquiera de estos síntomas, acudir inmediatamente al médico de cabecera u al efector más cercano.