Atlético Tucumán se prepara para afrontar un mes de agosto con un calendario cargado de compromisos, dividido entre la continuidad del Torneo Clausura y la disputa de la Copa Argentina. El equipo dirigido por Lucas Pusineri tendrá que administrar esfuerzos, viajes y entrenamientos para encarar una seguidilla de partidos decisivos.
El próximo compromiso para el Decano será este sábado, cuando reciba a Rosario Central en el Estadio Monumental José Fierro a partir de las 20:45. El encuentro tendrá un atractivo especial: el conjunto rosarino contará en su plantel con Ángel Di María y el partido se disputará con la presencia de ambas parcialidades, algo que promete un marco imponente en las tribunas.
Apenas cuatro días después, el equipo tucumano deberá cambiar el chip y enfocarse en la Copa Argentina. Por los octavos de final, Atlético Tucumán enfrentará a Newell’s Old Boys el miércoles 13 de agosto a las 19:30, en el Estadio Padre Ernesto Martearena de la ciudad de Salta. La organización ya confirmó el escenario y horario, por lo que el plantel deberá preparar un viaje clave en busca de un lugar entre los ocho mejores del certamen.
Tras ese encuentro copero, el Decano volverá rápidamente a la competencia local. La agenda marca que el lunes 18 de agosto visitará a Sarmiento de Junín por la quinta fecha del Clausura. El partido, programado para las 19:00, se jugará en el Estadio Eva Perón y será otra prueba exigente para el conjunto tucumano, que deberá rendir en condición de visitante frente a un rival directo en la tabla.
Sin demasiado tiempo para recuperarse, Atlético Tucumán cerrará el mes con otro duelo de alto nivel en casa. Por la sexta fecha del campeonato, recibirá a Talleres de Córdoba el sábado 23 de agosto en el Monumental José Fierro desde las 20:00. Este partido será clave para mantener la competitividad en el Clausura y no perder terreno en la lucha por los primeros lugares.
El cuerpo técnico, encabezado por Lucas Pusineri, ya planifica una logística detallada que incluye entrenamientos específicos, viajes, concentraciones y la rotación de jugadores para afrontar la exigencia física que implican cuatro partidos en apenas quince días. El desafío para el plantel será sostener el rendimiento en ambas competencias, donde el margen de error es mínimo.