La directora ejecutiva del PMA, Cindy McCain, alertó sobre la inminente amenaza de hambruna en Gaza, donde solo el 10% de los alimentos necesarios ha ingresado desde el inicio del conflicto.
La población de Gaza se enfrenta a una situación crítica de hambruna, según advierte el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas. Con solo un 10% de los alimentos necesarios ingresando en la Franja desde el comienzo del conflicto, la directora ejecutiva del PMA, Cindy McCain, ha declarado que la población se encuentra en riesgo inminente de morir de hambre.
Los bombardeos israelíes, desencadenados tras el conflicto con Hamás el pasado 7 de octubre, han dejado más de 11.500 fallecidos en Gaza y han destruido gran parte de la infraestructura, viviendas y edificios residenciales. La situación se ve agravada por el bloqueo impuesto por Israel, que limita drásticamente el acceso a alimentos, agua, gasolina y suministros esenciales como medicinas, generando una extrema crisis humanitaria.
«Los suministros de alimentos y agua son prácticamente inexistentes, y sólo una fracción de lo necesario está llegando a través de las fronteras. Con el invierno acercándose rápidamente, los refugios inseguros y la falta de agua potable exponen a los civiles a la posibilidad inminente de morir de hambre», expresó Cindy McCain en un comunicado.
La falta de combustible ha llevado al cierre de la última panadería en asociación con el PMA, provocando una paralización devastadora de la producción de pan en las 130 panaderías de Gaza. La escasez también afecta la distribución de ayuda humanitaria, impidiendo que los suministros lleguen a los civiles en los refugios.
«El colapso de las cadenas de suministro de alimentos es un punto de inflexión catastrófico en una situación ya desesperada, donde la población ha sido privada de sus necesidades básicas», explicó Samer Abdeljaber, representante del PMA para Palestina.
Escasez crítica: obligados a sobrevivir con una comida
La situación se agrava con pequeñas cantidades de alimentos disponibles a precios inflados, obligando a la población a sobrevivir con una comida al día, a menudo limitada a alimentos enlatados o incluso cebollas y berenjenas crudas. La infraestructura alimentaria de Gaza colapsa, con solo el 25% de las tiendas contratadas por el PMA permaneciendo abiertas y los mercados locales cerrados por completo.
«La única esperanza es abrir otro paso seguro para el acceso humanitario y llevar alimentos que salvan vidas a Gaza», señaló McCain, haciendo un llamado urgente a la comunidad internacional para abordar la crisis humanitaria en la región. EFE