Se festejan 15 años de CUERPO DOCENTE, ironía cruel en cinco cuadros, epílogo y Evaluación. La función será el día Sábado 13 de julio a las 22 hs en el Centro Cultural Eugenio Flavio Virla.
Síntesis
Cuatro maestras, absurdamente, en el curso de la hora quince que dura el espectáculo pasan a ser Equipo Directivo y de Gestión, Auxiliares, Jardineras, Maestras de grado, Directoras, Supervisoras y se termina la obra antes de que sigan trepando, o las escuchen en el Ministerio.
En su doble rol de actriz-docente toman al público como el tan vapuleado “sujeto de aprendizaje”, a veces alumnos, otras padres y porque no colegas. No inventan nada, y aquí esta lo terrible, ya que sólo se ajustan a reproducir textos existentes.
Constituyen un acto académico donde despliegan toda su destreza creativa, lúdica y conceptual, realizan debate público con características de Asamblea General, en la que hablan ellas solas, exponen toda la problemática de violencia, marginación, discriminación y pobreza educativa.
Ellas, disfrazadas de lo que son, juntas, y siempre en acuerdos y diferencias, con logros y fracasos, con metas, con aciertos y cosas a mejorar, con aspectos positivos y aspectos a revisar, constituyen este escultural “Cuerpo Docente”. Irónicas ilustradoras de una realidad intransferible, llenas de amaneramientos estilísticos, sacan punta a una realidad rayana al patetismo. Pero no todo es ironía, casi como en la realidad, no todo es reírse, no es solo pura chacota, hay también momentos para pensar en lo que somos. Pero ¿Con qué pensamos? ¿Desde dónde lo pensamos? ¿Qué vemos para pensar? ¿Hace falta pensar?… No hay dudas. Pero parece ser, que hay veces en que el dicho popular «esto no tiene ni pies ni cabeza», se refiere al guardapolvo cuadriculado con cuello-blonda de color al tono, que tapa las curvas y rectitudes del «Cuerpo Docente».
A lo largo de todo este recorrido histórico humorístico, ellas subsisten enseñando, amando y sufriendo. Y aunque no lo parezca, esta obra es un reconocimiento a todos los docentes y a todos los empeños por modificar esta tan vapuleada condición educativa.
Ellas no pueden reírse de sí mismas, no están preparadas para que los otros se rían de ellas, reciben un magro sueldo, sostienen a su familia y hacen todo lo que pueden. La crueldad reside en que nunca pueden hacer todo lo que saben.