Para evitar la propagación del dengue, la subsecretaria de Gestión Ambiental desarrolla diversas tareas vinculadas a la higiene y la seguridad, implementando operativos de fumigación en espacios verdes y viviendas, con el objetivo de evitar la propagación del dengue.
“Estamos haciendo fumigaciones preventivas con larvicidas. A la vez, trabajamos en conjunto con la doctora Gabriela Quintana en la colocación de ovitrampas que son unas trampitas donde los mosquitos depositan los huevos, las cuales se las retira una vez por semana para ser analizadas en un laboratorio y así determinar la presencia del Aedes aegypti en los distintos sectores”, sostuvo Matías Heredia, subsecretario de Gestión Ambiental.
Esta medida es empleada en conjunto con otras acciones destinadas a eliminar los criaderos del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue, la chikungunya y el zika. La mejor manera de lograr que haya menos mosquitos es evitar que las hembras encuentren reservorios donde se acumule agua, preferentemente limpia, clara y a la sombra, para depositar sus huevos: tapitas de gaseosa, tachos, baldes, latas, botellas, neumáticos, juguetes o cualquier otro objeto que esté al aire libre debe ser desechado. Si no puede ser eliminado, debe ser dado vuelta, tapado o tratado con larvicidas.
“Tenemos pensado ubicar 20 trampas en total en diferentes puntos estratégicos. Cuando se detecta la presencia del mosquito se realiza un operativo conjuntamente con el siprosa y los agentes sanitarios y se bloquea la zona. En caso de detectar el mosquito adulto se fumiga la vivienda y sus alrededores”, finalizó Heredia.
Las fumigaciones se realizan en domicilios donde hay peligro de focos de proliferación del mosquitos transmisor y por pedidos específicos del Siprosa.