El Congreso de la República del Perú destituyó este viernes 10 de octubre a la presidenta Dina Boluarte Zegarra tras una votación sin precedentes. Con 121 votos a favor, sin votos en contra ni abstenciones, el Parlamento declaró la vacancia presidencial por “incapacidad moral permanente”, poniendo fin a un mandato de dos años y diez meses. La sucesión inmediata recayó en el presidente del Congreso, José Jerí, quien asumió la jefatura del Estado durante la madrugada del sábado, conforme a lo establecido por la Constitución peruana.
La decisión marca otro capítulo de inestabilidad política en el país, que suma seis presidentes en menos de una década, reflejando la persistente crisis institucional que atraviesa el Perú. El proceso de vacancia se había iniciado el 9 de octubre de 2025, cuando diversas bancadas legislativas presentaron cuatro mociones sustentadas en acusaciones de corrupción y falta de liderazgo ante la creciente inseguridad ciudadana.
Entre los argumentos centrales se mencionó el caso conocido como “Rolexgate”, que involucraba a la mandataria en presuntas irregularidades en la adquisición de artículos de lujo. Además, los legisladores señalaron la falta de respuesta del Ejecutivo ante los graves episodios de violencia en el país.
El punto de quiebre se produjo tras un ataque armado durante un concierto del grupo Agua Marina en Chorrillos, Lima, que dejó cinco heridos, entre ellos cuatro músicos de la banda. Este hecho reavivó el debate sobre la seguridad nacional y fue interpretado por los congresistas como una muestra más de la incapacidad del gobierno para garantizar el orden público.
La moción de vacancia fue impulsada y respaldada por partidos como Renovación Popular, Fuerza Popular, Alianza para el Progreso, Acción Popular, Avanza País, Podemos Perú y Somos Perú, fuerzas políticas que hasta hace poco habían sostenido al gobierno de Boluarte. Tras superar el umbral mínimo de 87 votos necesarios, la destitución fue aprobada por amplia mayoría, generando reacciones inmediatas tanto en el Congreso como en las calles.
Con la salida de Boluarte, la presidencia del Perú pasó automáticamente a José Jerí, actual presidente del Congreso. Nacido en Lima en 1986, Jerí es abogado y político del partido Somos Perú, y fue elegido congresista en 2021. En julio de 2025 asumió la presidencia del Parlamento con apoyo mayoritario de las bancadas, tras comprometerse con la transparencia y el control institucional.
Sin embargo, su trayectoria no ha estado exenta de controversias: Jerí enfrenta investigaciones judiciales por presunta violación sexual y enriquecimiento ilícito, aunque ha negado los cargos y se comprometió públicamente a colaborar con la justicia.
En su primer discurso como presidente, José Jerí anunció el inicio de una etapa de transición política basada en la reconciliación nacional, la restauración de la confianza institucional y la lucha contra la delincuencia. “Hoy asumo con humildad la presidencia para instalar un gobierno de transición, de empatía y de reconciliación nacional”, afirmó ante el pleno del Congreso.
El nuevo mandatario se comprometió a convocar elecciones libres y transparentes, garantizando neutralidad política y estabilidad institucional durante su gestión. Asimismo, declaró que la prioridad de su gobierno será combatir la inseguridad ciudadana mediante la coordinación entre la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas y el sistema judicial.
“El principal enemigo está fuera, en las calles: las organizaciones criminales. Debemos ganar esa guerra de una vez por todas”, expresó Jerí, subrayando su intención de enfrentar el crimen como política de Estado.
El flamante presidente concluyó su mensaje con un llamado a la unidad nacional, destacando que su gobierno buscará “encaminar al país hacia un proceso electoral legítimo y pacífico” y reconstruir la relación entre el Estado y la ciudadanía.
La vacancia de Dina Boluarte y la asunción de José Jerí configuran un nuevo escenario político en el Perú, marcado por la incertidumbre y la expectativa sobre el rumbo institucional del país andino.