Por Mariana Herrera
El 25 de noviembre del 2020 es uno de los días más recordados alrededor del mundo y no pasará desapercibido por las siguientes generaciones, ya que ese día pasó a la inmortalidad Diego Armando Maradona, el «astro del fútbol mundial». Sin duda desde aquel momento, todos los amantes del fútbol fuimos un poquito más tristes.
Aquel miércoles cerca del mediodía la noticia más triste, la noticia impensada, se conoció y conmovió al mundo, en un año de por si convulsionado por la pandemia, a los 60 años de edad Diego murió. Ese día fue, probablemente, uno de los más tristes de la historia nacional.
Días después la autopsia determinó que Diego Maradona falleció por un «edema de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada» y padecía «miocardiopatía dilatada».
Amado por muchos y juzgado y cuestionados por otros tantos, Maradona no pasó desapercibido nunca. Desde sus apariciones siendo aun un joven que soñaba con ganar el mundial, la desilusión de no participar del Mundial Argentina 78 a convertirse en el héroe que venció a los ingleses y llevar a la Selección Argentina a consagrarse en México 86. Allí dejó dos de los grandes hitos de su carrera futbolística: «El gol de Siglo» y la «Mano de Dios».
Sus gambetas, corridas y goles marcaron a diferentes generaciones que tuvieron la oportunidad de brindarle su merecido homenaje en su último pasó por el fútbol de nuestro país como entrenador de Gimnasia, en donde el «10» encontró su último lugar en el mundo.
El 8 de septiembre de 2019, Diego Maradona fue presentado como entrenador de Gimnasia, un histórico y modesto club argentino de primera división fundado en 1887. El equipo que luchaba por no descender le abrió las puertas para el regreso del ídolo al país en un pacto mutuo de amor que quedará para siempre entre ambos.
La noticia,que en un principio parecía una broma, tomó fuerza se convirtió en realidad y provocó un revuelo mundial y a su vez, fue la posibilidad de convertir su paso por el «Lobo» como un campeonato de homenajes, en donde todas las canchas se llenaban de banderas, imágenes, cánticos para ver y rendirse a los pies de «Pelusa».
“Viví muchas cosas hermosas, pero cuando salí a la cancha creí que el corazón se me iba a reventar”, dijo aquella tarde inolvidable Diego.
A lo largo de los años y a lo ancho del planeta, el «10» ha sido la inspiración para libros, canciones, películas, series, documentales, su nombre se encuentra en más de un estadio, calles, su cara en murales y todo tipo de lugares.
Maradona es un símbolo nacional, trascendió a todos los juicios de valor, ya sea por su vida personal, por su posición política, por sus declaraciones polémicas. Diego lo superó todo. Porque se transformó en un fenómeno cultural, trascendió al mero jugador de fútbol y pasó a la inmortalidad como el más grande de la historia, por lo que su recuerdo será eterno.