En un control fronterizo realizado en Cabo Vallejo, la Policía de Tucumán interceptó una camioneta proveniente de Orán, Salta, con 63 kilos de cocaína ocultos en un doble fondo. El vehículo, conducido por un hombre acompañado de una mujer, tenía como destino la capital tucumana.
El Jefe de Policía, Joaquín Girvau, destacó que la sustancia estaba en su máxima pureza y valoró el resultado como un «gran golpe al narcotráfico». Además, mencionó que el éxito del operativo se debe al fortalecimiento de los controles fronterizos bajo las directivas del gobernador Osvaldo Jaldo.
La carga, compuesta por 59 panes de cocaína, fue valuada como altamente rentable en el mercado ilegal por su pureza, y se dio intervención inmediata a la Justicia Federal. Girvau afirmó que la Policía continuará intensificando los controles para combatir el tráfico de drogas, al que calificó como «traficar muerte por nuestras rutas».
Este decomiso refuerza el compromiso de las autoridades tucumanas en la lucha contra el narcotráfico.