El dirigente Cristian Jerónimo cuestionó el proyecto de modernización laboral de Javier Milei, denunció que “nunca quiso negociar con nosotros” y confirmó una marcha a Plaza de Mayo sin paro general.
La central obrera endurece su postura frente a la reforma laboral
La Confederación General del Trabajo (CGT) volvió a cruzar al Gobierno de Javier Milei por la reforma laboral enviada al Congreso y la calificó como “un proyecto regresivo para los trabajadores”. Así lo expresó Cristian Jerónimo, uno de los cotitulares de la central obrera, que aseguró que el Ejecutivo “nunca quiso negociar con nosotros” antes de presentar la iniciativa.
“Apelábamos a la responsabilidad institucional del Gobierno para que convocara una mesa de diálogo y negociación. Nunca quiso dialogar con el sector sindical ni con el empresarial”, remarcó Jerónimo, al cuestionar la forma en que se encaró la negociación previa.
El proyecto oficial introduce cambios en el período de prueba, las licencias por vacaciones, los bancos de horas y el régimen de indemnizaciones, puntos que para la CGT impactan de lleno en la vida cotidiana de los trabajadores. La central sostiene que se trata de una “reforma laboral regresiva” que no ataca los problemas de empleo informal ni genera nuevos puestos de trabajo.
Jerónimo advirtió que es necesario “pensar cómo hacemos para incorporar al 45% de los trabajadores que están en la informalidad al empleo registrado”, y apuntó que las modificaciones impulsadas hasta ahora “no generaron un solo puesto de trabajo genuino”.
Cruce con Sturzenegger y defensa de los convenios colectivos
En otro tramo de sus declaraciones, el dirigente sindical respondió al ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, quien afirmó que la reforma laboral se aplicará tanto a los nuevos contratos como a los ya existentes, al tratarse de un cambio en la Ley de Contrato de Trabajo.
Para Jerónimo, el funcionario tuvo “un sincericidio” y dejó en evidencia el verdadero alcance del proyecto: “Veníamos diciendo que iba a ser así, pero ellos lo negaban. Cualquier ley que se aprueba es para todos. Eso demuestra que, a la hora de la verdad, los que terminan mintiendo son ellos”, disparó.
El gremialista defendió con fuerza los convenios colectivos de trabajo y cuestionó que el Gobierno busque eliminar la “ultraactividad”, el mecanismo que permite que un convenio siga vigente después de su vencimiento hasta que se acuerde uno nuevo. “Los convenios son una herramienta muy eficaz para ordenar el mundo del trabajo. Cuando hay necesidad y voluntad, las partes se ponen de acuerdo”, señaló, poniendo como ejemplo a los sectores automotriz y petrolero.
Jerónimo insistió en que “nadie está negado a sentarse a hablar”, pero advirtió que “cuando las cosas son por imposición, salen mal”. En ese sentido, pidió pensar en “una Argentina productiva a corto, mediano y largo plazo”, con una mesa donde se sienten Gobierno, sindicatos y empresarios.
Marcha a Plaza de Mayo sin paro general
Como respuesta política a la reforma laboral, la CGT convocó a una movilización a Plaza de Mayo para el jueves 18 de diciembre. El objetivo es mostrar en la calle el descontento del mundo del trabajo frente a una medida que, según la central obrera, “va en contramano de lo que quiere el pueblo”.
Jerónimo aclaró que, por el momento, no habrá paro general: “Vamos a hacer una movilización; no queremos afectar a la gente. Es un modo de protesta y de mostrar el rechazo a una reforma que recorta derechos y deja más desprotegidos a los trabajadores”, explicó.




