A un mes de la COP28, un nuevo informe propone una categoría de «puntos de inflexión de riesgo» que destacan amenazas menos citadas, desde basura espacial hasta crisis de aseguradoras.
Un reciente informe de la Universidad de Naciones Unidas está advirtiendo sobre seis amenazas inminentes que podrían poner en riesgo sistemas cruciales para la supervivencia de la humanidad. A un mes de la esperada Conferencia de las Partes número 28 (COP28), este estudio presenta la idea de «puntos de inflexión de riesgo», centrándose en la interacción crítica entre la naturaleza y las infraestructuras humanas.
La autora principal del informe, Zita Sebesvari, enfatiza que «al dañar la naturaleza y la biodiversidad, al contaminar tanto la Tierra como el espacio, nos dirigimos peligrosamente hacia múltiples puntos de inflexión de riesgo, que podrían destruir los sistemas de los que dependen nuestras vidas».
Entre las amenazas más conocidas que señala el análisis se encuentran el aumento del calor insoportable, el derretimiento de glaciares, lo cual pone en peligro el suministro de agua, y la extinción de especies animales cruciales para el equilibrio de los ecosistemas.
Nuevos riesgos para el planeta
No obstante, el informe también destaca riesgos menos debatidos en conversaciones sobre el cambio climático. Uno de ellos es la acumulación de desechos espaciales, una amenaza que podría generar colisiones en cadena y tornar la órbita terrestre inutilizable para satélites vitales que advierten sobre desastres climáticos.
Otro riesgo emergente es la amenaza al sistema de seguros. Con la proliferación de desastres naturales, los costos de los seguros se disparan y algunas compañías están retirándose de zonas de alto riesgo, dejando a la población más vulnerable.
Asimismo, el agotamiento de las aguas subterráneas, utilizadas principalmente en la agricultura para contrarrestar la escasez de agua durante sequías, también se destaca en el informe. En ese sentido, en lugares como Arabia Saudita, los pozos de agua ya están secos, y la India se encuentra en peligro de alcanzar un punto de inflexión similar.
Los autores del informe proponen un enfoque renovado para abordar estas crisis, dividiendo las soluciones en dos categorías: aquellas que buscan evitar las causas subyacentes de los problemas y aquellas que se concentran en la adaptación a los cambios inevitables.
Por último, el informe concluye que la mayoría de las soluciones actuales se centran en retrasar los problemas en lugar de abordar sus causas fundamentales. En palabras del informe, «necesitamos comprender la diferencia entre adaptarnos a los puntos de inflexión de riesgo y evitarlos, y entre acciones que retrasan los riesgos inminentes y aquellas que nos llevan hacia la transformación». (AFP)