Martín Antolín, edil del Partido Libertario de San Rafael, fue demorado en un control de tránsito cuando manejaba un BMW sin patente, con 1,15 de alcohol en sangre y una copa de vino en la mano. El partido le exigió que deje su banca.
Martín Antolín, concejal del Partido Libertario de San Rafael, Mendoza, quedó en el centro de la polémica luego de ser detenido durante la madrugada del lunes mientras manejaba un BMW descapotable blanco sin patente y con una copa de vino en la mano.
El episodio ocurrió pasadas la 1, en la intersección de las avenidas Arístides Villanueva y Tiburcio Benegas, durante un control de tránsito de rutina. Agentes municipales frenaron al conductor y le realizaron un test de alcoholemia, que arrojó 1,15 gramos de alcohol por litro de sangre, más del doble del máximo permitido por la Ley de Tránsito mendocina, que fija el límite en 0,5.
Ante el resultado, el personal de tránsito procedió a secuestrar el vehículo y a retener la licencia de conducir de Antolín. El concejal no se resistió al procedimiento y fue trasladado a la Comisaría Sexta, donde se labraron las actuaciones correspondientes antes de derivar el caso al Juzgado Contravencional. Además, podría enfrentar una multa que, según trascendió, rondaría los 5 millones de pesos.
Escándalo Político
El escándalo traspasó rápidamente el ámbito vial y pasó al terreno político. Desde el propio Partido Libertario difundieron un comunicado en el que solicitaron la renuncia de Antolín y reclamaron la intervención del Tribunal de Disciplina interno.
En el texto, la fuerza sostuvo que la conducta del edil “constituye una falta grave a los principios éticos y a la conducta responsable que todo ciudadano y representante público debe observar”, y remarcó que, como espacio “basado en la responsabilidad individual”, no pueden “avalar ni relativizar acciones que pongan en riesgo la integridad de terceros, la seguridad pública y la confianza de quienes representamos”.
El comunicado también subrayó que “la libertad solo puede existir cuando cada individuo asume las consecuencias de sus actos” y recordó que los cargos públicos “no otorgan privilegios ni excepciones, sino que obligan a un comportamiento ejemplar”.
La vicegobernadora de Mendoza, Hebe Casado, se sumó a los reclamos desde sus redes sociales y pidió el mismo criterio que se aplicó recientemente en otro caso similar. “Así como se le solicitó la renuncia al concejal de la UCR de Guaymallén por conducir con alcoholemia en valores superiores a los permitidos, hay que hacer lo mismo con el concejal libertario de San Rafael. Fin”, escribió, presionando aún más la situación política del edil.




