El presidente Javier Milei anunció que vetará los proyectos de ley recientemente aprobados por el Senado que establecen un aumento a las jubilaciones y la declaración de emergencia en discapacidad. Lo hizo durante un encendido discurso frente a empresarios en la Bolsa de Comercio, el miércoles 10 de julio por la tarde, en un contexto de creciente tensión con el Congreso.
“Lo que pasó hoy es un acto de desesperación porque saben que en octubre vamos a arrasar”, sostuvo el mandatario, en alusión a lo que consideró una movida electoralista por parte de la oposición. Milei aseguró que la aprobación no lo tomó por sorpresa y reiteró su rechazo tajante a medidas que, según explicó, pondrían en riesgo el equilibrio fiscal.
Durante su intervención, advirtió que el Ejecutivo vetará las leyes por su alto costo fiscal. «Si el veto se mantiene, no varía el gasto público. Habrá un poco de volatilidad mientras esto dure y se acabó», explicó. También planteó una alternativa en caso de que el veto no prospere: “Lo vamos a judicializar”.
En relación a los tiempos judiciales, el mandatario estimó que difícilmente haya una resolución antes del 11 de diciembre: “Los tiempos suelen ser más lentos. En ese período, vamos a tener más volatilidad, bajará el ritmo del crecimiento y la inflación bajará más lento. Pero de largo plazo, no va a cambiar nada”.
«La política del superávit fiscal es permanente. No nos van a sacar de la ortodoxia monetaria, fiscal ni cambiaria», sentenció Milei. En esa línea, aseguró que mantendrá el rumbo económico y que su gobierno no abandonará el régimen de libertad, remarcando su objetivo de «hacer consecuentemente Argentina grande de nuevo».
En uno de los pasajes más polémicos de su discurso, cuestionó duramente a su vicepresidenta Victoria Villarruel, por no impedir la sesión en el Senado: “Esto lo hicimos con el 15% de la Cámara de Diputados, siete senadores, una traidora, pero con el mejor jefe de Gabinete de la historia, que es Guillermo Francos”.
Milei también se refirió a la situación económica del país. Aseguró que la deuda no creció y que la Argentina es ahora “solvente intertemporalmente”. Y criticó duramente a la oposición: “El riesgo país pasó de 3000 a 700 puntos pese a la casta política, los degenerados fiscales y estos primates que creen que la restricción presupuestaria es algo flexible”.
Según el mandatario, las decisiones del Congreso afectan directamente al financiamiento y al crecimiento económico. “Ese impacto es muy importante, porque afecta a la solvencia y por ende al riesgo país. Eso hace caer la tasa de interés, que es lo que permite la acumulación de capital. Es una contradicción cuando estas bestias hablan de que les importa el bienestar de la gente y se dedican a fabricar riesgo país. Lo que hacen es descapitalizar la economía y a los que más perjudican es a los que menos tienen”, concluyó.