Los perros y gatos tienen una capacidad auditiva mayor que la de los seres humanos y pueden reconocer grandes densidades de ondas por segundo. Debido a eso, muchos de ellos sufren ante los estruendos de los fuegos artificiales que se utilizan en las fiestas.
En este sentido, Stefanía Saba referente de Amigos de los Animales Abandonados (ADLAA) de Tafí Viejo, comentó que “evitar la venta de pirotecnia es la única forma de erradicar el efecto negativo que los ruidos generan en personas y animales”.
Los humanos solo podemos percibir sonidos de hasta 20000 ciclos por segundos, mientras que la capacidad auditiva de los perros es mucho mayor, captando sonidos de alta frecuencia; de 60000 ciclos por segundo, es decir que a los estruendos producidos por la pirotecnia, ellos los perciben maximizados. Por lo tanto, “no es suficiente con dormirlos, los animales sufren igual de los ruidos intensos, sobre todos los más viejos”.
Saba destacó que es “fundamental que existan controles de forma rigurosa para evitar que se comercialice pirotecnia”.
A su vez dijo que “es necesario abrir la cabeza, informarse respecto de esta problemática”. Los signos que con más frecuencia se pueden observar en un perro son el aturdimiento, parálisis, temblores y taquipnea (jadeos continuos). Además de estos síntomas, el animal también puede presentar salivación, taquicardia, actividad aumentada y estado de alerta.