Vivitos y Coleando 2 se podrá ver el mañana, martes 6 de febrero, (horario a confirmar) en las salas del Cinemacenter Tucumán (avenida Roca 3.450); el 20 de febrero se exhibirá Saltimbanquis, un cuento de los hermanos Green, con dirección de Pablo Gorlero; y el 27 El Botella, una superproducción de Diego Corán Oria y Jorge Soldera.
“Lo que pretendo es traer el teatro de Buenos Aires al Interior para que los chicos puedan disfrutar de obras tan maravillosas con autores de la talla de Hugo Midón, como Vivitos y Coleando 2”, explicó Mirta Romay.
El origen del proyecto es Teatrix, una plataforma digital como Netflix pero argentina, que Romay lanzó en Buenos Aires en 2015. El catálogo contiene 70 obras cuidadosamente seleccionadas, con un proceso de registro y postproducción en HD propios del lenguaje cinematográfico; sumado a un material extra backstages, entrevistas y trailers. Y, además, obras históricas de nuestra memoria artística. “En este crecimiento tanto de obras de teatro como de público y la calidad de la filmación, nos ha permitido hacer acuerdos con los exhibidores para traer el teatro a una pantalla gigante, cuya experiencia sensorial es importantísima y muy novedosa. Tenemos acuerdos con Brodway HD y una plataforma de Brasil, Escenarium”, precisó
Destacó que esta experiencia no es cine ya que es una obra hecha por el director, donde el actor está al servicio de la cámara; mientras que en el teatro, la cámara está al servicio del actor. “Eso hace que la dramaturgia y el trabajo actoral tenga un valor distinto que será puesto en pantalla gigante. Van a tener una experiencia muy interesante”, dijo.
Consultado acerca de la posibilidad de incluir obras del teatro local en la oferta nacional de la plataforma digital, Mauricio Guzman señaló que es uno de los temas de prioridad en el primer contacto con Romay. Por su lado, la productora confirmó que la llegada a Tucumán tiene que ver con la idea de federalizar el teatro del Interior.
Para Carlos March, protagonista de Vivitos Coleando 2, al principio el proyecto se presentó para él como una encrucijada. “Porque el teatro es algo único, difícil de trasladar, donde está el público y el actor vivo. Pero comprendí que desde el punto de vista de la difusión y para la federalización del teatro, el proyecto es importante. También puede ser visto como una biblioteca del arte, algo así como una “teatreca” del arte, que nos da la posibilidad de tener un registro, un recuerdo emotivo de lo que fueron nuestras obras que ya pasaron. También puede ser un disparador para despertar vocaciones”, agregó.