Con el fin de detectar y multar la quema de cañaverales y pastizales en los campos cultivados, el gobierno de la provincia continúa con la extensa tarea de llevar a delante controles terrestres y aéreos en distintas localidades de la provincia.
“Se observa con preocupación el incremento del fuego en cañaverales y pastizales en las últimas semanas, por lo que intensificamos los controles habituales, con apoyo aéreo, para localizar flagrancias y realizar intervenciones policiales”, informó el subsecretario de Protección Ambiental de Tucumán, Marcelo Lizárraga.
Además, el funcionario indicó que las zonas más afectadas son Cruz Alta, Simoca, Bella Vista, Monteros, Chicligasta, Famaillá y Lúles. Por otra parte, señaló que “los controles se inician en mayo y culminan en noviembre y diciembre cuando comienzan las lluvias” y explicó “el clima invernal, con altas temperaturas durante el día, sequía y vientos contribuye a que se esparza el fuego”.
En ese sentido, el subsecretario sostuvo que aunque en los últimos días se vio un aumento del fuego, “en lo va de 2019 se registraron más de 40 focos de incendios, un número menor que el año anterior, ya que para este época del 2018 se habían registrado 200 incendios”.
En esa línea, destacó que son “40.000 las hectáreas de cosecha de caña en verde (que no fueron quemadas) que certificó la Secretaría de Medio Ambiente este año”. La ley provincial 6.253 prohíbe la quema de caña en general y el decreto 1.955 prohíbe la quema de caña en pie, pastizales y rastrojos.
Las multas previstas por la ley van de cinco a 500 sueldos básicos de la administración pública provincial y no sólo penaliza el fuego en cañaverales, sino también los campos ya quemados y la recepción en ingenio de caña quemada.
“El objetivo de los controles es concientizar a productores para que se ejecuten buenas prácticas agrícolas, durante muchos años, la quema de caña fue una práctica auxiliar de cosecha”, concluyó Lizárraga.
En tanto, durante la mañana del jueves, conductores que circulaban por la ruta 306, al este de la provincia, difundieron a través de las redes sociales imágenes de una nube de humo que impedía la visibilidad, producto de la quema de cañaverales cercanos.