Joan Manuel Serrat regresa a la Argentina en el marco de su gira “Mediterráneo Da Capo”. Se presentará en el Teatro Provincial de Salta el miércoles 10 de octubre y en el Teatro Mercedes Sosa de Tucumán el viernes 12 de octubre. El lunes 26 de marzo comienza la preventa exclusiva para clientes de Tarjeta Sucrédito: las entradas anticipadas podrán adquirirse en 6 cuotas sin interés en sucursales de la tarjeta.
Sobre la gira “Mediterráneo Da Capo”
Existe un viejo proverbio catalán que resume la epopeya de Ulises, la Odisea, en siete palabras: Roda el món i torna al Born (“Gira el mundo y vuelve al Borne”, uno de los principales y más antiguos mercados de abastos de Barcelona). Esto equivale a decir que es bueno recorrer caminos, cruzar fronteras, conocer otros mundos y finalmente regresar a casa con lo aprendido en la travesía de ida y vuelta, como las olas.
Hace casi medio siglo Serrat se embarcó en un frágil barquito de papel en busca de nuevos horizontes y, como Ulises, también se topó con cantos de sirena, con polifemos y cíclopes, se enamoró de bellas nausicas y circes, descendió al hades, el infierno y, después de haber sobrevivido a aventuras y peligros, vuelve hoy a casa, tal vez más sabio y convencido que antes.
De ahí el título del espectáculo: MEDITERRANEO DA CAPO, con el que ha decidido desplegar velas para navegar de nuevo con su disco Mediterráneo (1971) como el eje alrededor del cual gira este concierto con el cual el cantautor catalán se hace a la mar.
En el viaje repasaremos las 10 canciones de aquel LP fundamental donde joyas como Lucía, Aquellas pequeñas cosas, Pueblo blanco, Barquito de papel y el mítico Mediterráneo navegarán junto a lo mejor de su amplísimo repertorio y alguna sorpresa musical de nuevo cuño.
Transcurrido casi medio siglo, Serrat regresa al Mediterráneo que nunca abandonó. En tiempos de visados, fronteras y alambradas, el artista ha tenido la feliz ocurrencia de considerar que, además de ciudadano del mundo, de catalán, español y europeo, lo es sobre todo de su mar de cada día, de esa patria líquida que une, más que separa, continentes, tradiciones, creencias, colores de piel e incluso hombres y mujeres que nadan en sus playas, navegan en sus yates y naufragan en sus pateras.
El joven Aristóteles lo dejó muy claro que hace veinticuatro siglos cuando dijo: “Existen tres clases de personas: los muertos, los vivos y los que van por mar.” Serrat pertenece a esta última estirpe.