El ministro de Desregulación aseguró que el proyecto de modernización laboral se aplicará a todas las relaciones laborales privadas e introduce un nuevo fondo para despidos, con cambios en indemnizaciones, vacaciones y licencias.
La reforma laboral y el nuevo fondo para despidos: qué cambia para trabajadores y empresas
El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, ratificó que la reforma laboral que el Gobierno envió al Congreso no solo regirá para los nuevos vínculos, sino también para los contratos ya existentes en el sector privado. Según explicó, se trata de una modificación de la Ley de Contrato de Trabajo que “aplica a cualquier relación laboral”, y que busca un marco más claro y previsible para ambas partes.
En ese contexto, el funcionario detalló la creación del Fondo de Asistencia Laboral (FAL), un esquema de ahorro previo para indemnizaciones y contingencias judiciales. El aporte surgirá de una baja de impuestos al trabajo de 3 puntos, recursos que el Estado dejará de recaudar para que los empleadores los destinen a conformar ese fondo. “Es plata que hoy se lleva el Estado y que pasa a quedar en manos del empleador para cubrir futuros despidos o juicios laborales”, remarcó.
Cada empresa será responsable de administrar su FAL e invertirlo en instrumentos que preserven el valor del ahorro, con un funcionamiento similar al fondo vigente en la construcción, donde los empleadores realizan aportes periódicos para afrontar la rotación laboral. A la par, para los nuevos puestos de trabajo se prevé el Régimen de Incentivo a la Formalización Laboral (RIFL), que ofrece alivio en cargas patronales a las firmas que amplíen su plantilla en blanco.
En materia de indemnizaciones por despido sin causa, Sturzenegger subrayó que se mantiene el criterio de un salario por año trabajado, pero con una nueva base de cálculo: se excluyen conceptos no mensuales –como aguinaldo, vacaciones o premios esporádicos– y se establece un tope de hasta tres veces el salario promedio del convenio correspondiente, con un mínimo del 67% del sueldo habitual. El objetivo, dijo, es reducir la litigiosidad y evitar fallos contradictorios que aumentan la incertidumbre sobre el costo de terminar una relación laboral.
La iniciativa también introduce cambios en vacaciones, licencias especiales, reincorporaciones tras enfermedades prolongadas y administración de horas extra. Entre las novedades se destaca el “banco de horas”, que permite redistribuir la jornada: por ejemplo, extender el horario algunos días y compensarlo con tiempo libre en otros, siempre bajo acuerdo entre empleador y trabajador. “Si un día se trabajan dos horas más, se pueden recuperar no asistiendo otro día a la mañana”, graficó el ministro.
Respecto de quienes regresan de una licencia extendida por motivos de salud, la empresa estará obligada a ofrecer un puesto disponible, aunque no necesariamente el mismo que ocupaban antes de ausentarse. El texto incorpora, además, una “visión federal” que habilita adaptar convenios y condiciones laborales a realidades productivas y salariales de cada región, algo que –según Sturzenegger– fue respaldado por varios gobernadores en sus reuniones con la Casa Rosada.




