Un convoy antiterrorista estadounidense fue atacado cerca de Palmira: murieron dos soldados y un intérprete, y hay tres heridos mientras crece la tensión con el grupo yihadista.
Un convoy antiterrorista de Estados Unidos que se desplazaba cerca de la histórica ciudad siria de Palmira fue atacado a tiros por un hombre armado, en un hecho que dejó dos soldados y un intérprete estadounidenses muertos y al menos tres heridos.
Se trata del primer ataque mortal contra tropas de Estados Unidos en Siria desde la caída del exlíder Bashar al Assad hace un año, según confirmaron fuentes militares. El atentado vuelve a encender las alarmas sobre la capacidad operativa de células del Estado Islámico que siguen activas en la región.
Disputa por la autoría del ataque y rol del Estado Islámico
El Mando Central del ejército estadounidense apuntó de inmediato a un “atacante solitario” vinculado al autodenominado Estado Islámico, versión que fue respaldada públicamente por el Ministerio del Interior sirio, a través de su vocero Nour al-Din al-Baba.
Sin embargo, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos y fuentes locales citadas por medios internacionales sostienen que el hombre formaba parte de las fuerzas de seguridad sirias, lo que abre un frente de tensión entre las distintas versiones oficiales.
Baba aseguró en una entrevista con la cadena siria Al-Ikhbariya que el agresor no ocupaba un cargo de liderazgo y que ya se habían recibido alertas internas sobre su conducta. Explicó que existía un informe reciente que lo señalaba por “ideas extremistas” y que se analizaba su expulsión de las fuerzas de seguridad.
El portavoz también afirmó que Damasco había advertido a la coalición internacional sobre el riesgo de un ataque del Estado Islámico en la zona, pero que “esas advertencias no fueron tomadas en cuenta”. Mientras tanto, las autoridades investigan si el atacante era miembro activo del grupo yihadista o si actuó de manera aislada inspirado en su ideología.
Desde Washington, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, confirmó que el agresor fue abatido por “fuerzas socias” sobre el terreno y lanzó un mensaje duro: si se repiten ataques de este tipo, quienes los ordenen o ejecuten deberán saber que “Estados Unidos los perseguirá y los eliminará sin piedad”.
El ataque ocurrió en un área donde las fuerzas de seguridad sirias aún no han logrado recuperar el control total, y al menos dos de los heridos pertenecerían a tropas locales, de acuerdo con reportes de la agencia estatal SANA.
“Habrá una retaliación muy seria”: la respuesta de Trump
El presidente Donald Trump reaccionó al atentado con un mensaje publicado en su red social Truth Social, donde prometió una “retaliación muy seria” contra el Estado Islámico, al que responsabilizó de un ataque “contra Estados Unidos y Siria”.
En sus declaraciones, el mandatario republicano desligó de culpa al presidente interino sirio, Ahmed al-Sharaa, a quien describió como “profundamente enfadado y perturbado” por lo ocurrido.
El atentado se produce apenas un mes después de la histórica reunión entre Trump y al-Sharaa en la Casa Blanca, la primera visita de un líder sirio a Washington desde la independencia del país en 1946. En ese encuentro, ambos firmaron un acuerdo para integrar a Siria en una coalición ampliada contra el Estado Islámico.

Aunque el grupo yihadista fue derrotado territorialmente en 2019, Naciones Unidas estima que aún existen entre 5.000 y 7.000 combatientes activos con presencia en Siria e Irak, organizados en células que operan en la clandestinidad.
Por esa razón, Estados Unidos mantiene tropas en varias ciudades sirias, con el objetivo de entrenar fuerzas locales, realizar bombardeos selectivos e incursiones contra objetivos yihadistas. Solo en el último mes, estas operaciones habrían derivado en la detención de unas 70 personas sospechadas de vínculos con el grupo extremista.




