La medida busca reducir las consecuencias de la guerra comercial con China y proteger a empresas tecnológicas como Apple y Samsung.
El gobierno de Estados Unidos anunció una exención arancelaria para una serie de dispositivos electrónicos, incluyendo teléfonos inteligentes, computadoras portátiles y componentes clave como microprocesadores. La decisión fue comunicada a través de un boletín de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y representa una marcha atrás parcial en los aranceles establecidos el 2 de abril por el presidente Donald Trump.
Los productos excluidos estarán exentos de dos aranceles específicos: el 10 % base que afecta a la mayoría de los países, y el nuevo 125 % adicional impuesto sobre productos importados desde China. Esta medida podría aliviar el impacto en los consumidores estadounidenses y beneficiar directamente a compañías como Apple, Samsung y Taiwan Semiconductor Manufacturing Co.
Además de los teléfonos y laptops, también se excluyeron discos duros, chips de memoria y maquinaria utilizada en la fabricación de semiconductores. Estas exclusiones llegan en un contexto de creciente tensión comercial entre Estados Unidos y China, que respondió con nuevos aranceles que elevan al 145 % el total sobre varios productos estadounidenses.
Según la Casa Blanca, la medida pretende incentivar la producción local, aunque expertos señalan que tomará años reactivar la industria tecnológica nacional. Muchos de los productos afectados no se fabrican actualmente en territorio estadounidense.
En medio del conflicto comercial, se mantiene la incertidumbre en los mercados financieros. Aunque el anuncio de la exención brindó cierto alivio en Wall Street, los bonos del Tesoro siguen mostrando señales de preocupación ante un posible recrudecimiento del conflicto arancelario.
A la par, se esperan nuevos avances en negociaciones entre Washington y socios comerciales como Japón, Corea del Sur y la Unión Europea. El comisario de Comercio de la UE, Maros Sefcovic, visitará Estados Unidos la próxima semana para sostener conversaciones clave con funcionarios del gobierno de Trump.