El legislador de Libres del Sur, Federico Masso fue entrevistado por «Actualidad 1120», donde brindó su visión sobre la realidad de Tucumán y sus propuestas como candidato a gobernador por el espacio político que lidera.
Compartimos las principales declaraciones de Masso en diálogo con nuestro periodista en el móvil desde exteriores, Eduardo Albuixec y Fabiana Orqueda en la conducción de «Actualidad 1120» que se transmite de lunes a viernes de 9 a 12 por Radio 21 AM 1120 en simultáneo con FM Joven 105.3.
– ¿Cómo lo encuentra un 2023 convulsionado de trabajo frente a las elecciones que se avecinan?
– Bueno en primer lugar preocupado y ocupado. Es una Argentina y un Tucumán, donde la inflación está haciendo estragos en los bolsillos de los argentinos y tucumanos.
Esperamos que las paritarias del mes de febrero, no sean lo que dice el ministro de Economía (de solamente un 60% dividido en dos tramos de 30%). Es necesario para recomponer el salario, paritarias acordes a la inflación. Porque no hay que olvidar que nuestras Pymes, que son el principal motor de generadores de trabajo privado en la Argentina; el consumo es muy importante para las mismas. Y por supuesto, en todos los rubros ha decaído el consumo, en función de los bolsillos flacos de los argentinos y tucumanos.
Esperamos que el gobierno reflexione. La inflación de los alimentos del casi 9% que mide nuestro Instituto en el mes de enero, nos da una proyección anual de prácticamente el 80%, con lo cual eso sería catastrófico para los trabajadores formales, informales; ni que hablar de los desempleados. Así que, llamamos a la reflexión al gobierno nacional y provincial, que en estas paritarias sea realmente a la altura de las circunstancias, y no solo una paritaria con un porcentaje que recupere la inflación (sino también que no sea en cuotas, porque en la medida que así sea, la misma inflación va comiendo esa recomposición).
– Una realidad que golpea fuerte a los tucumanos y se puede ver seguramente en sus recorridas por los barrios de la capital.
– Da mucha tristeza ver en cada charla, cada cara a cara que venimos teniendo desde julio pasado con los tucumanos y tucumanas, que decidimos está candidatura a gobernador. Los tucumanos están muy mal, prácticamente el 80% de los trabajadores formales, han caído en la pobreza por ingreso, eso es algo inédito para Tucumán en Argentina.
Llegar ya no a fin de mes, sino al quince de cada mes, luego de pagar todas las cuentas fijas, ya es un triunfo para cada familia. Y eso habla de la gran necesidad de recomponer el poder adquisitivo. A eso le sumamos, un Tucumán que en este momento, que en las actividades fuertes de nuestra economía no están en funcionamiento. Hay una desesperación muy fuerte por el empleo, una parte de esos tucumanos hoy está cosechando la fruta en el sur del país.
– ¿Esto impacta sobre todo en la población joven?
– Y en una parte importante en los jóvenes, y en los no tan jóvenes. Creo que hoy el desempleo cubre una edad etaria que tiene un porcentaje importante en los jóvenes (entre 25 y 35 años). Pero la verdad también impacta en las edades superiores a los 35 años, porque para muchos hoy en función de las presiones impositivas y todo lo que tiene Tucumán y la Argentina; una persona de más de 35 años ya es viejo para tener un trabajo registrado.
Entonces, nosotros lo que venimos planteando en cada cara a cara, reunión a lo largo y ancho de la provincia, es que tenemos que reconstruir Tucumán. Tenemos que volver al Tucumán que – quién le habla ya peina canas – veíamos una fábrica cada 4 Km en la ruta 38 y ruta 157. O sea, volver al trabajo genuino, desde el punto de vista de fomentar la instalación de fábricas privadas de capitales nacionales, provinciales y porque no extranjeros. Bueno, una Ley de promoción industrial: bajar la presión impositiva, para que ese trabajo le genere al trabajador que sus hijos coman en sus casas y de poder darle salud, educación. Pero por sobre todo, que la educación pública sea el dique de contención para tantos niños, jóvenes y adolescentes que hoy los necesitamos en la escuela hasta secundaria. Y cuando terminen la secundaria, sean hombres y mujeres de bien.
– En su caso la defensa de la educación pública, ha trazado su juventud y sus primeros años de militancia.
– Si, efectivamente. Siempre he planteado que la educación y la salud pública son cuestiones muy importantes, porque generan igualdad de oportunidades. El problema es que hoy, la educación y la salud pública están muy distantes de la realidad, que viven cientos de miles de tucumanos. Yo ponía un ejemplo, respecto a la salud pública – más allá del trabajo a destajo que hicieron todo el personal de salud en la pandemia – hoy están fallando los centros de atención primaria. Una mamá, un papá con su bebé van a un centro de atención primaria y tienen el problema que le recetan un medicamento y no tienen alcance a este medicamento.
Hoy un medicamento, hay que denunciar que la industria farmacéutica es una de las pocas, que ha recibido aumentos durante el 2022 superiores a la inflación. Y sabemos porqué, ya que hay negocios del gobierno nacional con esta industria farmacéutica. Han aumentado los remedios, superior a la inflación, por lo cual hoy un medicamento promedio está entre $1500 a $18 mil. Hoy, promedio una receta de dos medicamentos está entre $3000 – $7000, lo que lo hace inalcanzable. Y ahí en el centro de atención primaria, no sé están dando los medicamentos. Entonces esa persona sale, deambula con esa receta y en muchos casos ese nene que inicia un resfrío termina después con una bronquiolitis en el Hospital adónde nos cuesta más darle de comer que asistirlo. Porque comer en un hospital, sale más caro que comer en el mejor hotel de Tucumán.
En otro caso, respecto a la educación pública tenemos que volver al 100 % de asistencia. Es mentira que va el 100%, nosotros en cada recorrida nuestra área de educación llena planillas de gente que no está yendo a la escuela: niños y adolescentes. Tenemos que volver a la escuela, y esa educación tiene que ser de jornada extendida porque los necesitamos recuperar de la malnutrición en la escuela, los tenemos que integrar en la escuela, los tenemos que dar conocimientos, prevención del consumo en la escuela. Les tenemos que dar más horas en el deporte, para saciar esa ansiedad que tienen muchos jóvenes, que después caen en el consumo problemático. Les tenemos que dar en el siglo XXl conocimientos de informática, por eso los pilares tienen que ser el trabajo y la educación pública.
– ¿Cuál es su propuesta en relación a «Este Tucumán que nos merecemos» vinculado a la seguridad en relación con la educación y poder garantizar derechos y seguridad en términos de prevención?
– En primer lugar, tenemos que lograr que la justicia termine con la puerta giratoria, persona que delinque, persona que tiene que estar privada de la libertad, eso no hay duda.
En segundo lugar, tenemos que forjar una policía nueva, que sienta orgullo de vestir el uniforme. Nosotros hoy, debemos tener un porcentaje, casi cercano al 60% de nuestros policías hombres y mujeres que están en la polícia por una cuestión económica. Y lo que les falta es vocación de servicio, por eso van a ver en cada esquina policías jóvenes, que están más atentos al celular que a prevenir el delito.
Por eso, nosotros planteamos una reforma integral de la currícula de la Escuela de Policías, adónde se los forme con vocación de servicio, se les inculque los derechos que tienen la policía – pero también los derechos de los ciudadanos – para no caer en atropellos. Y adónde se haga bien profundo, que un policía no puede ser parte de esta realidad de corrupción e impunidad que hoy vivimos en el presente.
Y por otro lado, la inseguridad va a ir mermando en la medida que contentamos a nuestros niños y adolescentes en las escuelas. Yo siempre me preguntó: un hijo mío que ha ido a la escuela pública, un hijo de cualquier trabajador que fue a la escuela, que terminó la secundaria y que hoy está en una carrera universitaria/terciaria. ¿Puede empuñar un arma a los catorce años? Es muy difícil.
Entonces, cuando analizamos esa realidad vemos que hay una falla del Estado. Por ello, decimos: trabajo, educación, fuera la puerta giratoria y dotar a la policía con alta vocación de servicio. Si nosotros unimos estos tres ejes vamos a volver a vivir el Tucumán que soñaban o que veíamos a nuestros abuelos y abuelas que se sentaban a tomar mate en la vereda.
– En el recorrido que Ud. también es importante conocer ¿Cómo está viendo la realidad de los diferentes comedores? ¿Están recibiendo la mercadería que necesitan?
– Si, la verdad que es una realidad muy difícil. Hay hambre en Tucumán y en la Argentina. Y empezamos a estar desbordados, porque el aumento en cada comedor y merendero es todos los días, ya no son los niños, se acercan sus padres y abuelos.
La verdad que a nivel nacional, están muy lejos de ver esa realidad. Estamos recibiendo mercaderías cada sesenta días, que no hacen lo que se necesita para sostener un merendero; mercadería que apunta a mucho hidrato de carbono y no calidad en vitaminas: poca leche y proteínas que es lo que necesitamos para salir de la malnutrición.
Más allá del esfuerzo, estamos trabajando con la provincia. Hoy darle de comer a un niño con $89 es realmente una vergüenza y hay que decirlo.
Es es el Tucumán que vivimos a 15, 20, 30 cuadras y vemos una dirigencia política, tanto del oficialismo como un sector de la oposición que se llenan la boca hablando de pobreza, algunos cómo el Intendente Alfaro dicen: en Ranchillos hay hambre, cómo si en la capital no habría hambre.
Y el gobierno habla de justicia social, de las grandes obras pero esas obras no aparecen.
Hay una realidad muy dura, hoy tenemos en la cosecha de las frutas más de 16.500 tucumanos que están viviendo en condiciones infrahumanas; ganando nomás de $2500 por día. No podemos permitir, que esos tucumanos que durante seis meses hacen que la economía principal de Tucumán: la caña de azúcar, el citrus, el arándanos le dé tantos ingresos a la provincia; que los tengamos que deportar en diciembre o enero a 3000, 4000 Km. Cuando ellos deberían tener un seguro de desempleo o bien una cobertura que les permita no tener que salir de la provincia, para seguir sustentando a sus familias.
Tenemos que discutir las brechas de desigualdades. Nosotros creemos que es posible reconstruir Tucumán, saliendo de esta idea que nos quieren acostumbrar, que tenemos que hacer oídos sordos a la corrupción, a la impunidad y el clientelismo.
Con mucho optimismo, todavía quedan y somos más los hombres y mujeres que queremos poner a Tucumán de la mano de la decencia, la transparencia, la solidaridad y la honestidad en el lugar que supo estar, de la mano del trabajo y la educación pública.
– Hablando precisamente de esos hombres y mujeres que quieren un Tucumán diferente, ¿Quiénes lo acompañan?
– Me va a acompañar como candidata a vicegobernadora, la doctora Florencia Guerra, una joven profesional de treinta años, que ya me acompañó en el 2021 en la fórmula senador y diputado nacional. Y en esta semana, estamos determinando los candidatos de cada uno de los municipios de la provincia de Tucumán y de cada delegación comunal. Vamos a hacer una presentación en cada uno de los lugares, en cada caso por secciones. Pero la boleta por el Frente Amplio por Tucumán, va a estar en las 93 comunas y 19 intendencias; porque creemos que no hay más tiempo de discutir otro Tucumán.
Y sobre todo porque creemos, que a los que creen que nos tenemos que acostumbrar a este pozo oscuro, le decimos que vamos a trabajar, hay un norte de transparencia. Pero sobre todo hay un norte que tenemos que construir «dignidad en serio» para 600, 700 mil tucumanos que están viviendo mal en estos momentos.