En una jornada cargada de emoción, humanidad y compromiso social, el capitán y arquero de San Martín de Tucumán, Darío Sand, fue nombrado padrino de la Unidad de Cuidados Crónicos Complejos (UCCC) del Hospital Nicolás Avellaneda. Esta unidad es un espacio clave dentro del sistema público de salud tucumano, donde se brinda atención integral a niños con enfermedades crónicas complejas que dependen de tecnología médica para vivir.
El emotivo reconocimiento se dio en el marco de una nueva visita de los jugadores del club al hospital, donde compartieron momentos entrañables con los niños internados, sus familias y el equipo de salud. Esta iniciativa forma parte del plan del Ministerio de Salud Pública de Tucumán, dirigido por el Dr. Luis Medina Ruiz, que promueve acciones de humanización del sistema sanitario, con un fuerte eje en la inclusión, la empatía y el acompañamiento de pacientes pediátricos con enfermedades graves.

Además de Sand, participaron de la visita al hospital los futbolistas Mauro Osores, Hernán Zuliani, Juan Curvas, Gerardo Daniel y Fernando Luca. Los jugadores entregaron regalos, conversaron con los pacientes y sus familias, y agradecieron a los trabajadores de la salud por su compromiso cotidiano. Durante el acto, se entregó de manera simbólica una cinta de capitán personalizada con la palabra «Padrino» a Darío, como signo de liderazgo, cercanía y dedicación.
“Estoy muy feliz. Es muy lindo ver a los chicos, a los doctores, a los kinesiólogos, a los enfermeros… a todos los que trabajan acá. Tomo este nuevo compromiso con mucha alegría y voy a estar para lo que necesiten”, expresó emocionado Darío Sand. En la última fecha del campeonato, en el partido entre San Telmo y San Martín, Sand usó la cinta con el logo del hospital, visibilizando su nuevo rol ante el público y los medios.
El Dr. Pedro Rotger, pediatra y coordinador de la UCCC, destacó la importancia de este vínculo entre el deporte y la salud: “Ser padrino es asumir un rol de cuidado. Lo elegimos porque hay una cercanía real desde el corazón. Darío y su equipo nos han abierto las puertas de su tiempo y su humanidad. Acercarse a una realidad que muchas veces no se ve, como la de estos niños que luchan día a día, tiene un valor inapreciable”.

La UCCC funciona dentro del Servicio Crítico Integral Pediátrico (SECRIP) del hospital Avellaneda. Su labor es realizada por un equipo multidisciplinario compuesto por médicos, kinesiólogos, enfermeros, psicólogos y otros profesionales que trabajan codo a codo para garantizar calidad de vida a niños que necesitan cuidados especiales de manera constante.
La visita dejó huellas no solo en los pequeños pacientes, sino también en sus familias. Marcelo, padre de Ana Paula, una niña internada en la Unidad, agradeció el gesto del equipo: “Los profesionales de la salud juegan un partido muy importante para nosotros, que es la vida de nuestros hijos. Ellos tienen puesta la camiseta. Ver a los jugadores, que también tienen su familia y sus compromisos, tomarse el tiempo para estar con nosotros es muy valioso. Hoy no solo nos visitó un equipo de fútbol, nos visitó un equipo humano”.