Era hasta este momento magistrada de la Cámara Federal de Casación Penal, pero que ya contaba con la edad de 75 años, la cual es la necesaria para jubilarse. Pese a eso, Figueroa se negaba a hacerlo y había pedido una prórroga para continuar en su puesto, sin goce de sueldo.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación cesó en sus funciones a la jueza de la Cámara Federal de Casación Penal Ana María Figueroa, quien en agosto pasado cumplió 75 años y aún no había conseguido acuerdo del Senado para permanecer en su cargo por cinco años más, tal como lo exige la Constitución Nacional.
La decisión fue adoptada por unanimidad y notificada al Consejo de la Magistratura de la Nación: «La Dra. Figueroa ha perdido la investidura judicial el 9 de agosto pasado, día en que cumplió setenta y cinco (75) años de edad sin haber obtenido un nuevo nombramiento con el correspondiente acuerdo del Senado», sostuvieron los jueces del máximo tribunal.
La resolución fue firmada en forma digital por el presidente de la Corte, Horacio Rosatti; el vice, Carlos Rosenkrantz, y los ministros Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti.