En un comunicado difundido en sus redes sociales, la Organización de los Estados Americanos (OEA) condenó la detención del gendarme argentino Nahuel Gallo, ocurrida el pasado 8 de diciembre en Venezuela. La Secretaría General, encabezada por Luis Almagro, calificó el hecho como una “detención arbitraria” que atenta contra las normas internacionales y los principios fundamentales de humanidad y justicia.
Según el comunicado, el caso constituye un crimen de lesa humanidad bajo el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Además, denuncian que la incomunicación y la falta de asistencia consular a Gallo violan la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, evidenciando las prácticas sistemáticas de vulneración de derechos humanos por parte del régimen de Nicolás Maduro.
La OEA exige al gobierno venezolano garantizar la seguridad física de Nahuel Gallo, permitirle asistencia legal y contacto con su familia, y liberarlo de inmediato. En paralelo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha otorgado medidas cautelares, considerando que el gendarme enfrenta un grave riesgo para su vida bajo custodia venezolana.
El caso ha despertado la preocupación de organismos internacionales y del gobierno argentino, que también ha repudiado la difusión de imágenes del detenido por parte del chavismo, calificándolas como una “puesta en escena”. La presión internacional sobre el régimen de Maduro continúa en ascenso.