Cada año, del 11 al 17 de mayo, se conmemora la Semana Mundial de Alergias Alimentarias, una fecha clave para concientizar sobre esta problemática que afecta a una porción cada vez más visible de la población, especialmente durante la infancia temprana. La doctora María Eugenia Alul, especialista en alergia e inmunología del Hospital Nicolás Avellaneda y del Centro de Salud, brindó información valiosa sobre el origen, síntomas y tratamiento de las alergias alimentarias.
Según explicó Alul, este tipo de alergias se originan mayoritariamente por una condición genética de base y se manifiestan con mayor frecuencia desde el nacimiento hasta los tres años. Afortunadamente, en la mayoría de los casos, se revierten con el tiempo, aunque requieren un seguimiento profesional adecuado.
“Es posible arribar a un tratamiento de las alergias alimentarias y adaptar la dieta para mejorar la calidad de vida del paciente”, señaló la especialista.
Uno de los principales puntos que destaca la doctora es la existencia de un grupo reducido de alimentos responsables de la mayoría de las reacciones alérgicas. Estos son conocidos como los «alimentos predisponentes», ya que tienen un alto potencial de generar reacciones alérgicas sistémicas, es decir, que afectan a varios órganos a través de un proceso inflamatorio crónico.
Los ocho alimentos que más alergias causan
La especialista indicó que estos alimentos son:
- Proteína de la leche de vaca
- Huevo
- Mariscos
- Pescados
- Frutos secos
- Maní
- Soja
- Palta
Estos alimentos contienen proteínas específicas que pueden desencadenar reacciones alérgicas en personas genéticamente predispuestas. “El alimento como tal produce la inflamación alérgica. Incluso alimentos que contienen pequeñas proteínas de estos alimentos alergénicos en su elaboración pueden generar síntomas”, advirtió Alul.
Diagnóstico, dieta y tratamiento
Frente a la sospecha de una alergia alimentaria, el primer paso es realizar una consulta con un especialista. Este elaborará una dieta de exclusión, que implica eliminar de la alimentación los posibles alimentos desencadenantes para luego reintroducirlos progresivamente, bajo estricta supervisión médica.
Durante este proceso, es común que se indique un suplemento dietario para evitar déficits nutricionales. Además, existe una estrategia llamada desensibilización, que consiste en generar tolerancia al alimento alergénico con el objetivo de que la persona pueda consumirlo sin riesgos en el futuro.
Los síntomas pueden variar significativamente. En algunos casos, se presentan como una rinitis alérgica persistente y en otros, como trastornos digestivos crónicos, como la diarrea. Tanto niños como adultos pueden verse afectados por esta condición, lo que refuerza la necesidad de prestar atención a los signos tempranos y actuar con rapidez.
“La prevención comienza con la información”, subrayó la doctora Alul, en el marco de esta semana dedicada a difundir conocimientos sobre una problemática que puede tratarse de forma efectiva con acompañamiento profesional.
La conciencia sobre las alergias alimentarias no solo ayuda a evitar reacciones adversas, sino que también promueve una alimentación segura, inclusiva y respetuosa para todos los integrantes de la comunidad.