El Papa Francisco continúa internado en el Policlínico Gemelli por una neumonía bilateral, pero su estado de salud muestra una mejora gradual. Según el último parte médico, el pontífice ha respondido bien a la terapia, sin presentar nuevas crisis respiratorias en los últimos cinco días. A pesar de esto, los médicos mantienen el pronóstico reservado y continúan con un monitoreo prudente de su evolución.
El Vaticano informó que Francisco sigue sin fiebre y presenta signos de estabilidad en los intercambios gaseosos y los valores sanguíneos. Aunque se mantiene el uso de oxígeno, el Papa ha podido alternar momentos de descanso con actividades laborales. Este sábado, tras recibir la Eucaristía, se reunió en oración en la capilla de su apartamento privado.
En cuanto a sus responsabilidades, Francisco ha retomado parcialmente su agenda, realizando nombramientos episcopales y enviando un mensaje al movimiento provida. En este documento, firmado desde el hospital el 5 de marzo, reafirma su postura sobre la defensa de la vida y la lucha contra la «cultura del descarte».
El pronóstico sigue siendo cauteloso, pero la estabilidad es una señal positiva en comparación con los episodios críticos previos. Se espera una nueva actualización médica el lunes, mientras el Vaticano continúa informando sobre la evolución del Santo Padre.
Fausto Gasparroni (ANSA).